China: desarrollo keynesiano ?


China: desarrollo keynesiano ?



En un trabajo del año 2015, el economista marxista británico Michael Roberts considera tres interpretaciones diferentes del desarrollo chino: neoliberal, keynesiano y marxista. En la entrada anterior trate el enfoque neoliberal, ahora haré lo mismo con el keynesiano.
John Ross, (Senior Fellow Chongyang Institute for Financial Studies, Renmin University of China) sostiene en un trabajo del 2011 (Learning from China) que el desarrollo chino se debe a la aplicación de políticas keynesianas.
Ross sostiene que el proceso chino de apertura iniciado en 1978 bajo Deng Xiaoping puede ser analizado en términos keynesianos ya que la inversión ha sido la clave del desarrollo chino. Afirma que el pensamiento keynesiano ha sido tergiversado en occidente, ha sido vulgarizado por el enfoque económico predominante centrándolo en el consumo cuando este es un tema secundario, siendo en realidad el eje la inversión.

Para Keynes la inversión crecía con el desarrollo económico debido a que a medida que un país se desarrollaba bajaba la proporción del consumo respecto al ingreso, lo que hacía que creciera el ahorro y por consiguiente la inversión. Una consecuencia de esto es que si la inversión era menor que el ahorro se producían situaciones de crisis y desempleo.

Según Ross, Deng Xiaoping tenía una visión similar a la de Keynes que la manifiesta en su célebre dicho “no importa sin un gato es blanco o negro siempre y cuando cace ratones”. Este dicho podría ser aplicado a la economía por lo que da lo mismo que el análisis que se haga sea marxista o keynesiano mientras las conclusiones de política sean las mismas.

Ve como erróneo que las políticas keynesianas aplicadas en Occidente hayan privilegiado el consumo sobre la inversión. En USA y la UE durante la gran recesión se aplicaron déficit fiscales (aunque de manera reluctante), bajas de tasas de interés por parte de los bancos centrales y emisión de dinero (quantitative easing), pero la inversión estatal en obras públicas se mantuvo baja. Sin embargo, aquí si era importante el color del gato, ya que ningún plan de obras públicas o de inversión estatal de magnitud fue realizado debido a que se protege los interese del sector capitalista privado. 

Y la ironía de esto es que aunque Keynes intentaba salvar el capitalismo, parece que aunque éste enfrente recesiones profundas es incapaz de reaccionar debido a su estructura ideológica y de propiedad, 

Por ultimo y basándose en el capítulo 24 de la Teoría General, Ross sostiene que Keynes abogaba por una intervención del estado sobre la inversión porque creía que las tasas de interés no eran un instrumento suficiente para inducir la misma, y que el estado debía intervenir para organizar la inversión de los privados, socializando la inversión de alguna manera.

Keynes socialista?

El keynesianismo que Ross propone es una radicalización de algunas de las ideas de keynes imponiéndolas a las realidades de China, forzando y tergiversando  lo real para meterlo adentro del modelo.

Keynes de ninguna manera pregonaba la propiedad estatal de los medios de producción. Para él, el capitalismo era un sistema al que había que corregir y no que suplantar. Tenía una idea utópica del desarrollo capitalista al que juzgaba eterno y reformable. Mas aun, no compartía para nada los análisis de Marx (aunque sin saberlo algunas de sus ideas estaban ya analizadas por Marx), no le gustaba la Rusia Soviética y menos aún conocía a Mao (Warner, On Keynes & China: Keynesianism with chinese characteristics´ 2014)

En el capítulo 24 de La Teoría General es donde aparecen esas ideas “progresistas” de Keynes.
Allí sostiene que el capitalismo ha sido incapaz de “procurar la ocupación plena y su arbitraria distribución de la riqueza y los ingresos” y que su desarrollo teórico sirve para aportar soluciones a las dos cosas.

Ve a loa impuestos sobre los ingresos y las herencias como un instrumento para atemperar el problema distributivo, pero la opinión de muchos es que no son suficientemente altos porque darían lugar a la evasión y frenarían el ahorro y la inversión. Para Keynes esto es erróneo ya que una redistribución que incremente el consumo lleva a que se invierta más.

Pese a ello, considera necesario que exista desigualdad, pero no tan grande como la existente en ese momento. Ve como natural el deseo del hombre para ganar dinero y sostiene que es lo menos peor ya que si no se satisface esa necesidad “inofensiva” puede llevar a “ambiciones de poder y autoridad, y otras formas de engrandecimiento personal. Es preferible que un hombre tiranice su saldo en el banco que a los conciudadanos”. Pero cree que el nivel de riesgo en los juegos de dinero debidos a la inclinación humana por ellos debe ser atemperado por el estadista con reglas y limitaciones.

También sostiene que la tasa de interés debe ser regulada a la baja para que se extienda la inversión de tal forma que desaparezcan los rentistas “hoy el interés no recompensa ningún sacrificio genuino como tampoco lo hace la renta de la tierra”, sigue más adelante “será una gran ventaja en el orden de los acontecimientos que defiendo, que la eutanasia del rentista, del inversionista que no tiene ninguna misión , no será algo repentino, sino una continuación gradual aunque prolongada por lo que hemos visto recientemente en Gran Bretaña, y no necesitara de un movimiento revolucionario”.

De tal forma ve una sociedad donde el capital se acumula en manos privadas, de empresarios y financistas que trabajan con menos ganancias y se gratifican por el servicio a la comunidad.
Esto requiere la intervención del estado en algunos asuntos que ahora se dejan en manos de la iniciativa privada, orientando la propensión al consumo, a través de impuestos, la tasa de interés y quizás otros medios y sostiene:

“Creo, por tanto, que una socialización bastante completa de las inversiones será el único medio de acercarse a la ocupación plena, aunque esto no necesita excluir cualquier forma, transacción o medio por los cuales la autoridad coopere con la iniciativa privada. Pero fuera de esto, no se aboga por un sistema de socialismo de estado que abarque la mayor parte de la vida económica de la comunidad. No es la propiedad de los medios de producción la que conviene al estado asumir. Si este es capaz de determinar el monto global de los recursos destinados a aumentar esos medios y la tasa básica de remuneración de quienes los poseen, habrá realizado todo lo que le corresponde.”

Resumiendo, Keynes aboga por una especie de capitalismo utópico controlado por el estado de tal forma que los capitalistas sigan existiendo sin los riesgos típicos del capitalismo (crisis, desempleo, etc), la inversión no se frene, la competencia opere pero hasta cierto punto,  haya una tasa de ganancia estipulada y pleno empleo.

Que tiene que ver esto con China ?

En China contrariamente a lo que ocurre en occidente hay una economía poscapitalista donde el estado controla la actividad económica a través de mantener la propiedad estatal del 50% del stock del capital total, del  sistema bancario, de la hegemonía política del Estado sobre la clase capitalista , con control de las principales empresas no estatales por parte del PCC .
Las crisis económicas que fue atravesando en los últimos 20 años fueron contrarrestadas por la acción estatal, el crecimiento de la inversión estatal no tiene comparación con la economía occidental.                                         
En una crítica que realiza Roberts de otro autor keynesiano (critica a Wren-Lewis en China’s `Keynesian´ policies de 2018) sostiene:

1) Estrictamente hablando, las políticas keynesianas consisten en gasto público de cualquier tipo (cavar agujeros y volverlos a llenar nuevamente) para estimular al sector capitalista a invertir y a los consumidores a consumir, no ahorrar, a través del efecto multiplicador.

2)  Keynes hablo de la socialización de las inversiones (ver el punto anterior), pero ningún gobierno adopto tales políticas (si significan reemplazar la inversión privada por la publica). Y menos aún mencionaron la idea de nacionalizar o socializar al sector capitalista. Para ellos política keynesiana significa gasto público para estimular la demanda. (el célebre circuito virtuoso del kirchnerismo.)

3) La política china en la recesión de 2007-2008 no fue de estímulo fiscal en el sentido keynesiano sino inversión pública directa del estado en la economía. Eso fue `inversión socializada´. La inversión directa es lo importante aquí y no de impulso al consumo u otras formas de gasto gubernamental. La falta de inversión capitalista fija en occidente causo la gran recesión del 2007, no la caída del consumo ni la austeridad.

Desde el 2007, el estado chino ha financiado la inversión pública en infraestructura, construcción de viviendas, salud, educación, innovación y mediambiente  básicamente a través del crédito bancario, de la venta de tierras por parte de los gobiernos locales y en menor medida por medio del déficit fiscal. Según Rosales, la deuda china paso de ser un 146% del PBI en el 2000 a 174% en 2007 y a un 310% en 2017. Cifras del Institute of International Finance (IIF) la sitúan en un 317% del PBI en el primer trimestre del 2020.

Pero según Roberts, la mayoría de la deuda doméstica es entre entidades estatales que cuando se saldan resulta que la deuda de los hogares (54% del PBI) y de las corporaciones privadas no es tan alta, en tanto la deuda del gobierno central es baja según standards internacionales.                          Mas aun, la deuda externa china en relación al PBI es solo un 15% en tanto el mundo le debe a China mucho más, un 6% de la deuda global . China es un gran acreedor del mundo y tiene reservas de dólares y euros un 50% mas grandes que su deuda de dólares.

Como consecuencia China invirtió e invertirá todo lo necesario para sostener su crecimiento mas allá de las consideraciones de Occidente (el neoliberalismo) sobre su deuda. ( este tema voy a tratarlo en futuras entradas)

Ross tiene razón cuando sostiene que el problema en occidente es que el estado no quiere invertir debido a la oposición de los capitalistas lo que muestra que en realidad las políticas keynesianas solo aplican sobre el consumo.

Y en este punto reconoce que en tanto en China no importa el color del gato mientras cace ratones, en occidente solo lo puede hacer un gato de un único color. Sin embargo, esta afirmación tergiversa en su esencia a Deng Xiaoping que no sostenía que daba lo mismo el socialismo que el capitalismo.

Críticos del desarrollo chino como Meisner sostenían que los reformistas chinos “ contemplaban los mecanismos de mercado como un medio para alcanzar objetivos finales socialistas, y como la forma más eficiente de romper el sofocante sistema de planificación estatal centralizada y acelerar el desarrollo de las fuerzas productivas modernas, creando por lo tanto los fundamentos de una futura sociedad socialista(…)El uso de medios y métodos capitalistas para alcanzar objetivos socialistas futuros fue aprobado por medio de una interpretación de la teoría marxista más ortodoxa de lo que hubiera sido aceptable en el periodo de Mao. Los teóricos de Deng pusieron un énfasis especial en la tesis marxiana de que el socialismo presuponía el capitalismo, la creencia que distinguió el marxismo original de otras teorías socialistas del siglo XIX. Una verdadera sociedad socialista, había afirmado Marx, solo podía ser construida sobre las bases materiales y sociales del capitalismo, solo donde existían industrias en gran escala y, en correspondencia, un proletariado urbano maduro, el agente indispensable del futuro socialista” (cita de Maito)

Deng se refería a desarrollar las fuerzas productivas reconociendo la vigencia de la ley del valor (mercado y precios) pero al mismo tiempo controlando su acción a través de un sector estatal grande, del control de la banca, de la restricción en los sectores y espacios de las inversiones extranjeras y de los flujos de entrada y salida de capitales, así como la necesidad de obtener la transferencia de tecnología. 

Pese a que pasaron 40 años desde el inicio de la reforma, el neoliberalismo todavía le está reclamando al estado chino que avance en la privatización de los sectores estatales, la apertura a la inversión extranjera de muchas actividades restringidas y el avance hacia la democracia occidental. Lejos se está de un estado capitalista de tipo occidental, y el ala izquierda de la burocracia del gobernante PCC, con Xi Jinping a la cabeza, menos aun de ceder a estas presiones, ya que la propia existencia de los burócratas chinos depende de mantener un sector estatal fuerte


Bibliografía
Michael Roberts, Blog, China in the pospandemic 2020s. mayo 2020
Michael Roberts, Blog, China: Three models of development. Julio 2015
Michael Roberts, Blog, China’s `Keynesian´ policies, agosto 2018
John Ross, Learning from China,2011
Malcolm Warner, On Keynes & China: Keynesianism `with chinese characteristics´, Cambridge Judge Business School, Working Paper No. 2/2014
Esteban E. Maito, China: De la Revolución al ingreso en la OMC, Hic Rhodus, Num 17, Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.

Osvaldo Rosales, El sueño chino, Cepal, Editorial Siglo XXI, 2020 
J.M.Keynes, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, Fondo de Cultura Económica, 2014




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